¿Te entró “una brisita” y piensas hacerle un abono extraordinario a tu préstamo? Excelente, esta decisión puede ser muy beneficiosa para tu bolsillo. Sin embargo, antes de emprender la acción, lo más sano es que analices las condiciones particulares de la deuda y tus prioridades del momento.
En efecto, tu contrato podría tener cláusulas sobre la cantidad de cuotas adicionales que puedes abonar antes del tiempo programado para el saldo o a partir de cuándo se permiten estos pagos extraordinarios.
Además, el acuerdo podría contemplar el pago de una penalidad en caso de que canceles el préstamo antes del tiempo esperado. Conocer estas informaciones te ayudará a administrar tus expectativas sobre el impacto del abono que piensas realizar.
Una vez que has confirmado la conveniencia de hacer un abono extraordinario, el siguiente paso es determinar si te conviene una reducción de la vida del préstamo o del monto mensual de tu cuota.
Esto dependerá de tus prioridades. Por ejemplo, si actualmente te resulta difícil cumplir con el pago de la cuota mensual, quizá lo mejor es que con ese abono procures una mensualidad más baja, consciente de que esto implica que el préstamo se prolongue por la cantidad de meses pactados inicialmente.
En cambio, si tu prioridad es saldar el préstamo lo antes posible, y atiendes los pagos mensuales sin estrés, lo ideal es procurar reducir el tiempo y continuar con la misma cuota que hasta el momento.
En todo caso, debes partir del hecho de que lo más importante no es el tiempo que pases pagando ni la cuota, sino que puedas cumplir con esta responsabilidad sin comprometer tu sostenibilidad financiera.
Ten presente que, antes de hacer el abono, debes indicar tus expectativas de manera clara al oficial de tu entidad financiera: si quieres menor cuota o esperas una reducción del tiempo del préstamo.
Será útil que solicites la tabla de amortización considerando varios escenarios, de modo que puedas ver cuánto ahorrarías por concepto de intereses o en cuanto reduciría la cuota, si fuera el caso.
En este análisis puede ser de valor que tengas en cuenta elementos como la tasa de interés: ¿Es fija o variable? ¿Se proyecta que subirá o tenderá a la baja en los próximos meses? En un escenario de tasa alcista, la opción de hacer el abono puede cobrar un peso mayor.
También considera otros aspectos de tus finanzas, por ejemplo: ¿Tienes un fondo de emergencias que proteja tu bolsillo del financiamiento de alto costo en caso de que se presente un imprevisto a corto plazo? ¿Tienes los recursos para atender las renovaciones de los seguros y otros servicios importantes que se vencen próximamente? ¿Tienes otros créditos más costosos?
Tener estas respuestas es importante porque, en finanzas, la decisión más sabia no será necesariamente la que implique lograr una meta concreta (como la amortización del préstamo) en menor tiempo, sino la que te permita mayor tranquilidad y flexibilidad a mediano y largo plazo.
Antes de firmar
-Siempre lee el contrato y haz las preguntas clave.
-Asegúrate de saber… el tiempo del préstamo, tasa de interés anual, si la tasa de interés será fija o variable, los abonos extraordinarios que puedes hacer o si tienes el chance de cancelar antes del tiempo estipulado.
Lectura recomendada: ¿Qué debo tomar en cuenta antes de firmar un préstamo? (prousuario.gob.do)