Los datos confirman el incremento del número de mujeres que asumen la jefatura económica del hogar en República Dominicana. La Encuesta Nacional de Hogares de Propósitos Múltiples (Enhogar), elaborada por la Oficina Nacional de Estadística (ONE), revela que la proporción de núcleos familiares liderados por mujeres se amplió en 6.5 puntos porcentuales entre 2016 y 2018, al pasar de 33.3% a 39.8%.
¿Las causas? Una mayor inserción de las jóvenes en el mundo laboral combinada con un alza del número de hombres que abandonan sus compromisos familiares.
Independientemente de la razón que te haya hecho asumir esta responsabilidad, te traemos algunos consejos que de seguro serán de mucha utilidad en la administración de los recursos de la casa.
Aunque pueda resultar obvio, la organización representa la zapata de cualquier intento de organizar tus finanzas. Y, cuando la jefatura del hogar se combina con la responsabilidad de ser la única proveedora de la familia, la eficiencia no es opcional.
Para ello, sí o sí, el primer paso es la creación de un presupuesto de ingresos y gastos que te permita estar plenamente consciente del nivel de vida que tú y tu familia pueden permitirse. Así evitarás tener que convertirte en malabarista de circo al final de cada mes y estarás en una mejor postura para prevenir el sobreendeudamiento.
Esa planificación debe contemplar la construcción de un fondo de emergencias. A pesar de que la estrechez de tu bolsillo te tiente a concentrarte exclusivamente en lo inmediato, recuerda que el costo de prevenir será mucho menor que el de lamentar.
El hecho de que lleves la batuta de la casa no significa que debas hacerlo todo sola. Aprende a delegar y compartir las responsabilidades con los demás miembros de tu familia.
Como líder, no subestimes el poder de sembrar en cada miembro de tu clan la semilla de la colaboración, que les facilitará alcanzar las metas comunes y enfrentar con éxito las adversidades.
No solo se trata de que quienes estén en condiciones de hacerlo se comprometan a aportar económicamente, sino de que todos se esfuercen por usar los recursos de manera prudente y tener mayor participación en el cuidado de las finanzas del hogar.
Lo sano es despojarse de esa actitud de súper mujer que carga sobre sus hombros, sola, el peso de todo y todos. Es hora de ser prácticos y aprovechar el potencial oculto que tiene toda la familia como equipo.
Aunque no “comas cuento” con tu responsabilidad de jefa de hogar, recuerda que tus necesidades también son importantes.
Que nadie, ni siquiera tú misma, te haga sentir culpable por sacar tiempo para ti, para realizar actividades que te producen bienestar y cuidar de tu salud física y mental.
Ten presente que, si no estás bien, quienes dependen de ti tampoco lo estarán. Cuando te ocupas de tu bienestar estás en óptimas condiciones para responder mejor y por más tiempo por aquellos que amas.
-La salud y la educación tienen un alto peso en el presupuesto y de una importancia clave para la familia. Planifica con particular esmero aspectos como las pólizas de seguro y el plan de ahorros para los estudios de tus hijos, si los tienes.
-Si eres madre soltera y tus hijos aún son menores, te asiste el derecho legal a exigir pensión alimenticia.
-Infórmate sobre descuentos y subsidios de parte del gobierno, la empresa en que trabajas e instituciones benéficas. Podrías estar obviando oportunidades de apoyo financiero relevantes.