Disfrutar de unas finanzas saludables no se limita a mantener los gastos a raya. Aunque seas de quienes viven de acuerdo con sus posibilidades, hay situaciones inesperadas en las que definitivamente favorece tener un clavo.
Este ahorro puede permitirte solucionar cualquier inconveniente o gasto imprevisto sin que caigas en el endeudamiento, el pago de intereses o en desequilibrio entre tus ingresos y gastos.
Aquí te dejamos cinco ocasiones que pueden llegar sin avisar y para las que conviene tener un fondo de emergencia.
Problemas de salud
Cuando estamos bien puede que la importancia de la salud pase desapercibida, pero cuando se pierde, recuperarla ocupa el primer lugar entre nuestras prioridades.
Incluso si se es joven y con hábitos saludables, las enfermedades y accidentes pueden tocar nuestra puerta o la de algún familiar cercano de manera inesperada.
Por ello, mejor conviene que cuentes con un colchón para estos, de modo que no haya que agregarle estrés financiero a una situación que de por sí puede generarte preocupaciones y sufrimiento.
Pérdida o reducción de los ingresos
Ya sea que vivas de un salario, te dediques al trabajo independiente o tengas tu propio negocio, la pérdida total o reducción de tus ingresos siempre es una posibilidad, y podría afectar considerablemente tu estilo de vida.
Su impacto no solo te obligará a suprimir gastos prescindibles, como las actividades de ocio, sino que también pondría en peligro tu capacidad de cubrir necesidades tan básicas, como comida y vivienda.
Problemas con el vehículo
Muchas veces no ves venir las averías del vehículo, aunque atiendas con disciplina rigurosa tus responsabilidades de mantenimiento periódico.
Es probable que se trate de un inconveniente leve que soluciones sin desequilibrar tu presupuesto, pero en otras ocasiones puede que te lleve meses o incluso años recuperarte por completo del “palo”, si no tenías un colchón que lo amortigüe.
Reparación o sustitución de artículos del hogar
La avería de un mueble o electrodoméstico siempre es una posibilidad. En ocasiones se pueden reparar. Otras veces solo queda sustituirlos. Con frecuencia se trata de un gasto inesperado.
Recuerda, los imprevistos siempre surgirán, pero la disposición de un fondo para emergencias puede hacer una gran diferencia.
Un accidente, robo o asalto
Sufrir un accidente o ser víctima de un robo también puede comprometer tu tranquilidad financiera. En ambos casos, esa situación no solo pondrá en riesgo tu seguridad física. También necesitarás recursos para hacerle frente. En el mejor de los casos solo se generarían pérdidas económicas y/o gastos para la reposición de tus bienes.
Lecturas recomendadas:
Primer paso para unas finanzas sanas: crear tu fondo de emergencia (prousuario.gob.do)