Son aquellos créditos otorgados a personas físicas o jurídicas, cuyo objeto es promover sectores de la economía, tales como: agropecuario, industrial, turismo, comercio, exportación, minería, construcción, comunicaciones, financieros y otras actividades de la economía; así como los créditos otorgados a través de tarjetas de crédito corporativas. Su administración requiere suficiente información y un continuo seguimiento por la complejidad que suelen presentar estas operaciones.